Estreñimiento en el embarazo
Qué frecuente es que el mayor inconveniente del embarazo es la pesadez que produce la dificultad para defecar. Conforme avanza el embarazo, el tránsito intestinal se va enlenteciendo por muchos motivos, y eso empeora nuestra calidad de vida cuando estamos embarazadas. Nos sentimos más pesadas, y nuestro abdomen aumenta aun más
Por un lado, y desde el principio, el aumento de algunas hormonas supone un enlentecimiento generalizado tanto del tránsito digestivo como de la vía urinaria. Además, los suplementos vitamínicos que recomendamos a las embarazadas a menudo también producen estreñimiento. Y por si fuera poco, conforme el abdomen va creciendo, la movilidad es cada vez más difícil y la reducimos. Al reducir la movilidad general de nuestro cuerpo el tránsito intestinal también se enlentece. También la presión que las ultimas semanas de embarazo produce la presentación (habitualmente la cabecita del bebe) sobre el tramo final de nuestro intestino dificulta el paso del bolo fecal que al permanecer más tiempo en el final del colon, va poco a poco perdiendo agua y ganando en consistencia. Por esto el estreñimiento es máximo en el último trimestre del embarazo, y a veces complica, y mucho, nuestro estado general en las últimas semanas.
¿QUÉ PUEDES HACER PARA EVITAR Y MEJORAR EL ESTREÑIMIENTO?
El primer paso es corregir los malos hábitos, y adoptar actitudes que favorezcan el movimiento del intestino
Debes de luchar contra la inmovilidad, y eso te tiene que llevar a realizar caminatas diarias, mínimo de 30 minutos. Siempre es un buen truco aprovechar los trayectos al trabajo para movernos un poco.
Es importante la correcta hidratación, y para ello debemos de beber al menos 1.5 l de liquido todos los días, si son 2 litros mejor. Puede ser agua o zumos o infusiones
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Elige alimentos ricos en fibra. Los cereales integrales, la fruta ( a destacar los higo y ciruelas secas y los dátiles) , las verduras (sobre todo, alcachofa, acelga y espinaca), legumbres y algunos frutos secos (almendra y cacahuete)
Otro hábito muy favorable es buscar un rato todos los días para sentarse en el wc en espera de “inspiración”. Se trata de ir creando una rutina que si nos acostumbra a un momento de nuestro día favorecerá la evacuación habitual
Y sobre todo, intenta no reprimir el deseo de ir al baño cuando este aparezca. En caso contrario al albergar las heces en el recto estas cada vez tendrán menos agua y por tanto su consistencia será más dura y el problema empeora.