Un grupo de investigadores, liderados por un doctor llamado Dr Mone Zaidi, profesor de medicina en la Icahn School of Medicine del Monte Sinaí de Nueva York han hecho un descubrimiento que parece muy esperanzador.
Al parecer, en nuestro organismo hay dos tipos de grasa:
Grasa blanca: es como un almacén que tiende a guardar energía y se deposita en torno a todos los órganos
Grasa marrón: Mucho más abundante en los niños. Tiene una mayor tendencia a liberar energía en forma de calor. De modo que incluso en reposo, el gasto energético es mayor con lo cual se acumula menos.
Los cambios habituales del nivel hormonal en la menopausia son un aumento de FSH ( hormona secretada por la hipófisis) y una disminución de los estrógenos ( secretados normalmente por el ovario).
Lo que han descubierto estos señores, es que la FSH tiende a favorecer la producción de grasa blanca. De éste modo si encontramos un “bloqueador” de la acción de FSH, aumentará nuestra grasa marrón que se libera mucho más fácilmente.
Lo intentaron en ratones y el resultado fue positivo. Su grasa blanca se convirtió en marrón y ésta se liberó.
Los resultados no pueden ser más esperanzadores. Sin embargo no echemos las campanas al vuelo, no hay estudios en humanos e incluso hay alguna evidencia en contra.
Por ahora en humanos, la única forma conocida y segura de trasformar la grasa blanca en marrón es a través del ejercicio físico.
