Empezamos a acostumbrarnos a escuchar el concepto de inteligencia artificial (IA). No se trata de magia ni de ningún milagro. Simplemente los ordenadores tienen la capacidad de
generar funciones y algunas respuestas para las que no han sido específicamente programados. Su mayor expresión es el análisis de datos en cantidades enormes.
Se acaban de publicar los resultados de un trabajo de evaluación de una nueva técnica para examinar mamografías utilizando tecnología de Inteligencia Artificial desarrollada por Google. Este estudio incluye una fase de análisis de imágenes ya hechas ( unas 100.000 mamografías ), y otra fase en la que se comparan las conclusiones sobre imágenes que extrae de nuevas pacientes el ojo de un radiólogo
En EEUU se hacen cada año 33 millones de mamografias en mujeres sin ningún síntoma, y al parecer, en el 20% de los casos la respuesta es mejorable. A veces asustan a pacientes que al biopsiar se ve que no tienen ningún cáncer y también
a veces se dan como normales mamografias que no lo son
Ahí es donde la ayuda de las máquinas tiene un valor.
Nunca podrán sustituir al ojo humano, pero si pueden aportar datos que pueden ser de valor para disminuir el margen de error de la prueba.
En definitiva, que la tecnología tal y como la tenemos hoy en día nos permite mejorar los resultado de un trabajo que siempre tendrá que ser realizado con personas correctamente instruidas.
Optimizar resultados significa diagnosticar mejor, y por tanto diagnosticar antes y mejorar los resultados del los tratamientos aplicados
Pero no olvidemos que el primer paso es que las mujeres coloquen su seno en un mamógrafo. Hacer mamografías de screening sigue siendo la única forma de ganar esta batalla.