El labio leporino es un defecto congénito (o sea, que se produce durante lagestación) y que consiste en un defecto en el cierre del labio superior y a veces también del techo de la boca, de modo que se queda comunicada la boca con la nariz.
Se trata de un defecto inevitable, y su diagnóstico durante el embarazo (en la ecografía de la semana 20) sirve sobre todo para estar preparados en el momento del nacimiento, informados y orientados respecto posibilidades de tratamiento quirúrgico.
La noticia está en la nueva técnica quirúrgica, desarrollada por un grupo de Texas. Estos doctores han utilizado tejido del cordón umbilical, guardado en el nacimiento, para reparar el paladar y el suelo de la nariz. Utilizan gelatina de warton, que es un tejido que rodea los vasos del cordón umbilical. Este tejido es rico en células mesenquimales y posee una matriz que conserva las características estructurales originales. Esto les convierte en un injerto extraordinario para la reparación de tejidos.