Por consumo moderado de cerveza entendemos el consumo de unos 330 ml al día para las mujeres y 660 ml para las mujeres. Es decir 1 ó 2 cañas, mejor si es con amigos (eso lo digo yo….)
A este tipo de consumo se atribuyen demostradas cualidades como, mejora de la calidad del hueso, disminución de la ateroesclerosis, e incluso acción protectora contra el cáncer, ya que el lúpulo y la malta, presentes en la cerveza (con y sin alcohol) ayudan a mecanismos inhibidores del proceso de iniciación y progresión de los tumores.
La universidad complutense de Madrid ha publicado un estudio reglado y serio con casi 500 voluntarios. Han recogido los datos de sus costumbres en el consumo de cerveza y de otros alimentos, y datos de características corporales y analíticas.
Este tipo de consumo no se refleja en un aumento de peso, y de hecho 1 caña (200ml) tiene 84 k cal y si es sin alcohol 51 kcal. Así que el falso mito de la “barriga cervecera” no tiene nada que ver con el consumo moderado.
Habitualmente, las personas con este tipo de consumo:
Tienen una dieta saludable, como la encuadrada en la dieta mediterránea. Consumen cantidades adecuadas de cereales, vegetales y de carne y pescado.
Presentan mejores cifras de TA que los no consumidores de cerveza, y sobre todo que los consumidores de otro tipo de bebidas alcoholicas.
Mejores cifras analíticas en niveles de colesterol y en niveles de vitamina D
Así pues podemos decir que los que se toman una o dos cañas todos los días lo hacen como una más de sus sanas costumbres. Y por ello tienen un mejor estado de salud.
